Pruebas ginecológicas
La citología cervicovaginal (también llamada test de Papanicolau) es una prueba rutinaria que se practica en la revisión ginecológica anual a partir del momento en que la mujer ya ha tenido relaciones sexuales y en casos especiales de mujeres vírgenes.
Consiste en la toma de una muestra de las células de la vagina y del cuello uterino. Esta técnica se utiliza fundamentalmente para el diagnóstico de las lesiones precursoras del cáncer de cuello de útero o del propio cáncer del cuello de útero, si bien, aunque también permite el diagnóstico de infecciones y en algunos casos puede utilizarse para realizar un diagnóstico hormonal.
Es una técnica sencilla que requiere pocos minutos y no resulta dolorosa.
La ecografía es una técnica que emplea los ultrasonidos (sonidos de alta frecuencia) para obtener imágenes del interior del cuerpo ya que el sonido es reflejado de forma diferente por los distintos tejidos.
Además, gracias al denominado «efecto Doppler«, permite obtener información sobre la velocidad y los desplazamientos de la sangre (ya que los tonos en movimiento que se acercan hacia el oyente se hacen más agudos y los que se alejan se hacen más graves).
Hoy en día, la ecografía ginecológica es una prueba diagnóstica rutinaria que desempeña un papel fundamental en la detección precoz de cualquier tipo de alteración ginecológica.
La ecografía ginecológica se puede realizar por diferentes vías, siendo las más frecuentes la vaginal y la abdominal. En la actualidad, la mayoría de las ecografías se realizan vía vaginal, introduciendo un pequeño transductor en la vagina, ya que así el tranductor está más cerca de los órganos pélvicos, lo que nos permite ver los ovarios y el útero de forma más clara y grande. Para la ecografía por vía vaginal no es necesaria ninguna preparación.
La vía abdominal queda relegada únicamente a mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales o a casos especiales que puedan valorarse correctamente por vía vaginal. Para el estudio por vía abdominal se requiere beber un litro de agua una hora antes de la prueba, ya que el hecho de tener la vejiga llena de orina facilita la obtención de las imágenes.
En general, la ecografía se puede realizar en cualquier momento, en función del objeto.
Es la utilización de Ultrasonidos y no de radiaciones ionizantes con sondas lineales de alta frecuencia (igual o superior a 7 MHz) a través del tejido mamario.
La ecografía consiste en rastrear toda la mama y la zona axilar, pudiendo diagnosticar quistes, nódulos sólidos, zonas de desestructuración y algunos cánceres de mama, así como el estudio de la posible afectación de la axila.
Depende en gran medida de la experiencia del médico operador ya que es una técnica dinámica. Nos permite el diagnóstico de mastitis –abscesos, control de las prótesis mamarias, control de las cicatrices, secreciones y como guía en las técnicas invasivas como la PAAF (punción –aspiración con aguja fina es una técnica fácil y fiable , que nos permite obtener unas células para un estudio citológico. No precisa de anestesia y es muy bien tolerada) o la BAG (punción y aspiración con aguja gruesa que nos permite la obtención de pequeños cilindros de tejido para su estudio anatomopatológico posterior con una fiabilidad del 100%. Precisa de anestesia local y provoca ciertas molestias durante unos días).
Técnica desarrollada por Hinselmann en 1925, con el objetivo de localizar lesiones ante una citología anormal, evaluar las mismas y, en caso necesario, hacer una biopsia dirigida. La colposcopia es una técnica no invasiva para determinar si una lesión citológica tiene una repercusión a nivel del tejido cervical.
Es una técnica que se realiza con dos colorantes:
- Primero, el ácido acético, que muestra lesiones acetoblancas que traducen alteraciones de desorganización del epitelio cervical;
- Segundo, una solución yodo-yodurada de lugol (Test de Schiller) que se basa en la captación del lugol por los epitelios normales (por la presencia del glucógeno en sus estratos intermedios) y de la no captación de lugol por los epitelios inmaduros y displásicos.
Mediante la visualización del cuello con una óptica (colposcopio) se observarán todas estas alteraciones, lo que nos permitirá hacer biopsias cervicales dirigidas.
Es el procedimiento para estudio y chequeo de la mama más importante y principal en las mujeres a partir de los 40 años.
Se basa en la utilización de radiaciones ionizantes y la obtención de dos imágenes o proyecciones en cada mama (oblicua-medio-lateral y la cráneo-caudal) que se consiguen por la compresión de la mama.
Esta compresión puede provocar molestias e incluso dolor en algunas mujeres, principalmente en los días previos a la regla (hemos de procurar realizarla después de la regla).
La mamografía es la base para el diagnóstico del cáncer de mama, pero no es una técnica infalible y puede no diagnosticarlo en un 10% de los casos.
En nuestro centro aconsejamos la realización de la primera mamografía a los 35 años, y posteriormente cada dos años entre los 40 y los 50 años, y anualmente a partir de los 50 años. Dicho esto, en el caso de pacientes con riesgo familiar u otros factores se puede modificar la frecuencia y empezar antes.
En los hombres también pueden hacerse mamografías y está indicado como primer estudio de imagen en el diagnóstico del cáncer de mama y en la ginecomastia.
Las mamografías se clasifican según la clasificación de BIRADS, del 0 al 5 en función de las imágenes que se observan y el riesgo de sufrir un cáncer de mama.
Actualmente, la mayor parte de los centros de radiología utilizan mamógrafos digitales que permiten compresiones más cortas y el tratamiento de las imágenes.
Es un procedimiento de gran utilidad en ginecología. Consiste en la introducción, a través de la vagina, de una óptica pequeña que tiene una cámara en el extremo y permite ver la cavidad interna del útero y el cuello cervical. El histeroscopio diagnóstico tiene un diámetro aproximado de 3 mm, y necesita de un medio gaseoso (anhídrido carbónico) o líquido (suero) para separar las paredes del útero. Habitualmente es una prueba ambulatoria y se puede realizar sin anestesia (la tolerancia es bastante buena como un dolor de regla intenso) o con anestesia local.
Las indicaciones más frecuentes son:
- Estudio de las hemorragias uterinas anormales, principalmente en la menopausia.
- Estudio de la esterilidad / infertilidad.
- Localización y extracción de cuerpos extraños (DIU)
- Estudio de cavidad por alteración en las ecografías: pólipos, miomas o sinequias.
Después de la exploración pueden presentarse pequeñas pérdidas vaginales de sangre durante un par de días y molestias leves en el bajo vientre durante unas horas que cederán con analgesia suave.
Es el estudio más fiable para el diagnóstico exacto de la incontinencia urinaria y de su tipo para poder tratarla correctamente. Esta prueba permite descartar otras disfunciones asociadas, tales como las disfunciones de vaciado vesical. Se recomienda realizarla siempre antes de cualquier cirugía de incontinencia.
El estudio urodinámico consta de las siguientes pruebas:
- Cistomanometría
- Perfil de presión uretral
- Flujometría
- EMG del esfínter uretral estriado o de los músculos perianales
Es una prueba que no precisa de anestesia aunque es un poco incómoda por la necesidad de realizar varias mediciones y la colocación de una sonda.