Se deben evitar deportes de alto riesgo como el esquí, el mountain bike o el submarinismo.
En el primer trimestre tampoco es demasiado recomendable practicar deportes como el tenis o el pádel, pero a partir del segundo trimestre, y si el ginecólogo no estipula lo contrario, se pueden practicar con cierta prudencia.

Es preferible sustituir las clases de spinning, aeróbic o steps practicadas antes del embarazo por una tabla de ejercicios dirigidos por monitores de los propios gimnasios. Dichos monitores podrán aconsejar a la mujer embarazada los mejores ejercicios para su situación.
El deporte más completo durante el embarazo es la natación. Se podrá nadar prácticamente hasta las tres últimas semanas. A partir de ese momento no es consejable puesto, entre otros motivos, en caso de producirse la rotura de la bolsa de las aguas, ésta pasaría desapercibida.