La cirugía robótica es el último avance en cirugía laparoscópica y permite que los movimientos de la mano del cirujano se gradúen, filtren y se traduzcan en movimientos precisos a los microinstrumentos situados en los brazos del robot.

El sistema más utilizado es el “Da Vinci” y permite aumentar las capacidades quirúrgicas al permitir realizar cirugías complejas a través de pequeñas aperturas quirúrgicas. El robot no es autónomo, sino que precisa de las órdenes directas del cirujano, que se localiza en una consola a unos metros de distancia, y de la presencia de un ayudante en el mismo campo quirúrgico.

La cirugía robótica ha permitido la realización de cirugías mucho más precisas, más rápidas y con menor morbilidad. Se utiliza en gran medida en las cirugías oncológicas ginecológicas, pero también en histerectomías complejas, miomectomías múltiples o endometriosis muy severas. El problema actual es su alto coste.